Los tiempos cambian y se ha quedado obsoleto el llevar zapatos blancos o hasta con la misma tela del vestido; se llevan los contrastes y el día de la boda no puede ser menos, así que aprovecha para ponerte tus zapatos favoritos, esos con los que te sientes cómoda, te sientan tan bien y te hacen sentir segura, y...
¡a por tu día!
¿Qué os parece? ¿Os atreveríais?
Los tonos pastel son la opción mas sencilla.
Pero puestos a dar color... ¿por qué no arriesgar?
Dicen que hay que llevar algo azul por la buena suerte, no hay que tentarla, ¿no?
¡Da un toque de color a tu día!